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A principios de los noventa, la economía de Cali creció hasta su más falso esplendor, la triste (y célebre) bonanza del ‘Cartel de Cali’ que llevó a muchos cuesta abajo, a una debacle cuyas consecuencias aún vivimos. Muchos recibieron un cheque en blanco del narcotráfico. Nacieron miles de historias en cada barrio y cada calle. ¿Qué pasaba en la Cali de rumbas exorbitantes y de ‘jovencitas siliconadas’? Elocuentes balaceras marcaron el compás de dos décadas de locura y muerte: asesinatos, desaparecidos, descuartizados, una época que sacudió al país desde sus cimientos.
Por entonces se oían en los parques y las cafeterías historias a sotovoz, con tono receloso, “te cuento, aquí entre nos…” Temiendo represalias de “los que sabemos”. Ellos eran “El Cartel de Cali”, que hasta 1995 no persiguió el Bloque de Búsqueda. Eran ‘ellos’ los traquetos, los patrones dueños de propiedades opíparas, pero también de respetables empresas, los mismos que entraban a los barrios populares a buscar bellas jovencitas. ¿Dónde quedaron estas historias?
Salvo el registro superficial de medios, el manoseo de algunos libretistas que lo han llevado hasta el ‘cliché’, muchas de estas historias se olvidan y mueren con su valor histórico, social y narrativo.
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