Relatar la historia de mi vida en un lenguaje escrito es revivir mis etapas del pasado, mis recuerdos que se tiñen de color verde: entre cafetales, huertos con olor a cebolla, cilantro y lechuga; en un mágico escenario de libélulas, mariposas, cantos de chicharras, grillos y cocuyos danzarines; avistamiento de aves, golondrinas, colibríes, torcazas, bichofués; el croar de los sapos, el latir de los perros, el maullar de los gatos, los guaduales que bailaban con el viento, un embriagante aroma de azahares florecidos, ver la creciente embarrada y fluir el agua de la quebrada Las Cuevas.
El repaso imborrable de Las Veguitas, las tres luminarias La Candileja, el sismo del sesenta y siete, las recreaciones en televisión, cine, paseos, fiestas; mis cuatro épocas vividas en: Dolores, Alpujarra, Bogotá y Cali.
Mis venturosos momentos han estado llenos de felicidad, de bendiciones, de sucesos afortunados, los extensos años de existencia, salud y bienandanza: Siempre confiando en Dios, con mucha Fe, acompañado de mi Ángel de la Guarda y las oraciones que aprendí cuando era Monaguillo.
Todo lo que ha pasado en mi vida, lo bueno, los fracasos, me han llevado a ser quien soy. Hay que aprender de los errores y no volverlos a repetir, ellos son un aprendizaje que nos dan un poco más de conocimiento.
La tendencia de este libro es vivencial, lugares en los que crecí, estudios, trabajos, violencia, historias de amor, conflictos personales y soluciones.
Si a los lectores les encantan las historias de este libro, les quedo infinitamente agradecido.
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