Este libro se escribe para las personas que quieren aprender y quienes creen que deben hablar sobre los alimentos que mejor nos hacen provecho a nuestro organismo. Todo el mérito se lo atribuyo a los alimentos y se los ofrezco al lector. Sea por creencia, a ciertos alimentos se les ha concedido un valor curativo. “Que tu alimento sea tu medicina y tu medicina sea tu alimento”, este juego de palabras se pone de manifiesto en nuestra alimentación diaria; además de proveer el sustento, puede tener propiedades curativas. El ser humano puede ingerir a modo de alimento casi cualquier cosa, desde secreciones mamarias (leche materna), hasta cristales minerales como la sal común y la sal marina, pasando también por alimentos básicos, como: semillas, flores, hongos, tallos, hojas, raíces, algas, huevos de aves, peces, y cuerpos de diversos animales. El consumo de alimentos de origen animal sigue aumentando con el consiguiente incremento de grasas saturadas y tiene como consecuencia el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares, índices nocivos de colesterol y triglicéridos, y algunos tipos de cáncer que nuestro organismo puede desarrollar a través de ciertas comidas.
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